El 29 de septiembre de 1877 se inauguró en el monumento que se le había erigido a Miguel de Cervantes. Se trataba de una estatua de fundición modelada por don Nicolás Fernández de la Oliva, profesor de Escultura de la Escuela de Bellas Artes de Valladolid.
Otro profesor de la misma escuela, don Pablo Berasátegui modeló cuatro
relieves para el pedestal, con escenas de diversos pasajes del Quijote. La cantería del pedestal y la erección de la estatua fueron dirigidas por el arquitecto municipal, Joaquín Ruiz Sierra.1 El monumento estaba destinado a un lugar frente a la casa de Cervantes en la calle del Rastro, donde había vivido a partir de 1605 el ilustre escritor con su familia.El patrocinador de la obra fue don Mariano Pérez Mínguez, quien al poco tiempo la cedió al Ayuntamiento de Valladolid que pasó a ser su propietario. El Ayuntamiento decidió cambiar el emplazamiento y el pedestal de la estatua. Los relieves fueron colocados en el patio de la casa de Cervantes; se hizo un pedestal nuevo de piedra y así, la estatua fue trasladada en 1889 a la plaza de la Universidad (entre la catedral y la facultad de derecho de la Universidad de Valladolid), lugar donde aún reside.
Te han quedado muy guapos todos
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